Foto: Osvaldo Abades |
Una hermosa tarde, una visita nueva para este equipo deportivo, un estadio modesto pero funcional, y un partido que no quedará en el recuerdo. Morón no pudo con Riestra. Y decir que no pudo es quererles explicar que el equipo de Blas Giunta jugó con un hombre de más desde los cuarenta de la primera etapa.
Un primer tiempo en donde tuvimos que sacarle punta al lápiz para anotar alguna jugada de peligro que en realidad hubiera pasado desapercibida en cualquier partido común y corriente. Evidentemente un medio campo formado por Yassogna, Páez, Montenegro y Lillo es incapaz de generar algo de fútbol y de esta manera, Altobelli siempre recibirá de espaldas y lejos del arco y Mendieta se cansará de correr "zapallazos" que tienen más pinta de despejes que de habilitaciones.
Pero el destino le dio otra mano al Gallo y nuevamente como en Casanova, un rival es expulsado. En el entretiempo pensamos en dos cambios. Giunta también. La idea de poner a De Ossa y a Barrio Suárez era lógica. Con un hombre de más, abrir la cancha con los dos "chiquitos" y llenar el área de centros para los dos nueves. Bueno, parece que todos lo entendimos menos los jugadores. De Ossa se estancó detrás de Mendieta y todo el juego se volcó por un solo sector. Barrio Suárez chocó muchas veces con Altobelli y por momentos ninguno ocupaba la posición de delantero de punta. Para colmo, al quedar con tres en el fondo (pagó nuevamente la juventud de Broggi) en una corrida el local se puso en ventaja. Nos había tapado el agua.
La desesperación del banco visitante hizo que todo fuera al fuego y el ingreso de Nanía por Páez le dió algo de movilidad al ataque. El ex Atlanta circuló por todo el frente y en un pase claro lo dejó al "Guaraní" cara a cara con el arquero rival y estampó el uno a uno. Luego de esto, Morón tuvo más la pelota pero el rival las llegadas. Morel se quedó con un remate que hubiera dado el triunfo al local mientras que el uno de Riestra casi no trabajó más allá de descolgar algún centro.
Era un partido para los tres puntos, pero las limitaciones de este equipo salen a la luz apenas se enfrenta con un rival más o menos bien parado.
De todas maneras el punto lo mantiene dentro del lote reducido y al paso que vamos, hay que destacar que el equipo juega concentrado y solidario sabiendo desde el minuto cero que es un conjunto muy limitado a la hora de generar peligro en el arco rival.
Es fundamental que Yassogna y Altobelli vuelvan a encontrarse con su mejor versión, de lo contrario Morón parece un equipo incapaz de hacerle goles a nadie.
También es preocupante la lentitud de Barrio Suárez- Quizás dentro del área se disimule, pero en una corrida da la sensación de no conseguir velocidad y quedar siempre atrás de la jugada.
Mendieta como siempre atrevido, pero muy solo y, por ejemplo, en una contra se sacó al arquero de encima, tocó al medio y nadie lo acompañaba. Y eso que ya estaban los dos nueves en la cancha.
Utilizando la frase del gran Blas: "...los muchachos pusieron todo y es todo lo que hay...".
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