Mística Urbana

Foto: Osvaldo Abades (h)

Habrá que creer o reventar, señores. Sin jugar bien y hasta sin merecer más que su rival, Morón volvió a ganar. Gracias a los tantos de Fede Domínguez y Mayola y a la inestimable ayuda del débil Beltramella, el Gallo derrotó por 2 a 1 a Tristán Suárez en el arranque de la 11ª fecha de la B Metro. ¿Dónde? Donde si no en el Urbano, claro.

Como si se tratara de Dr. Jekyll y Mr.Hyde el conjunto de Giunta nos muestra una cara espantosa cuando sale de visitante y una más solvente y prolija cuando le toca ser anfitrión. Nunca termina de ser vistoso y tampoco le sobra nada, pero le alcanza para ostentar el mejor récord de la categoría en condición de local.

Y este viernes vivimos un capítulo más de esta saga. Casi sin ideas y apelando como arma exclusiva a la genialidad de Gerardo y a la insistencia de Altobelli, Morón se presentaba ante un opaco Tristán. Como Gerardo no tuvo su mejor tarde y Altobelli fue neutralizado por una defensa dura que lo fastidió desde el arranque, los caminos al arco rival se cerraron.

En un arranque de Mayola que a pura voluntad rompió líneas y se internó en campo rival, el Gallo se pondría en ventaja. Tras la arremetida del capitán y su apertura para Yassogna llegó el centro a la medialuna. Allí estaba Fede Domínguez que ensayó un tiro tan flojo como sus últimas actuaciones. Pero en el arco estaba un tal Beltramella. El arquero del Lechero y sus guantes enjabonados le dieron la ventaja a Morón.

La alegría no duró tanto. Mórón ganaba pero no mostraba nada para merecerlo. Para colmo, el hàbil pero impráctico Nanía regaló una pelota en plena salida y generó una contra letal que Lucas Farías se encargó de transformar en el empate con el que se cerraría la primera parte.

La segunda mitad se pareció a cualquiera de los partidos que nos viene ofreciendo el equipo en sus últimas presentaciones. Con diez desde los 20 minutos del complemento, Tristán sólo apeló a aguantarlo y casi lo logra. Monzón hizo los tres cambios sacando hombres ofensivos y poniendo en cancha gente alta y para defender. Pero se olvidó de uno. dejó en la cancha al bueno de Beltramella que tenía un regalo más entre sus manos.

El centro del uruguayo Lemos cayó en el segundo palo donde estaba el capitán Mayola que la frenteó plena pera en dirección al arquero. Beltramella se agachó y quiso contenerla, otra vez, con los guantes enjabonados. Resultado, gol de Morón y nueva victoria para el equipo más bipolar de la categoría.

Se viene Armenio, por suerte nuevamente en el Urbano y con una semana por delante para lograr que este grupo, además de esfuerzo y de arrestos individuales se pueda parecer de una vez por todas a un equipo en serio.