Sólo por él

Por: Facundo Ferrari

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Akerman ya disparó para el 2 a 0 definitivo

En el arranque del Torneo de Transición de la 1° B Metro, el Gallo pisó fuerte en el Urbano y se quedó con una victoria tan valiosa como inmerecida ante Almagro que sólo se explica con dos palabras: Damián Akerman.

La solitaria
tarde del oeste, a causa de la suspensión que pesa sobre el estadio Francisco Urbano, comenzó con tantas dudas y tanta similitud a lo que se venía viendo en los últimos partidos de la temporada pasada que parecía no haber cambiado nada.

Aprovechando el mal comienzo de los del Tano, el Tricolor fue en busca del arco de Peratta y casi logra abrir el marcador en un par de oportunidades. Primero aprovechando un error en la salida por parte de Mayola que terminó con el remate de Sparapani estrellándose en el travesaño del arco del Flaco.

La segunda, también terminó en el palo, pero esta vez fue después de una muy buena combinación entre Damián Arce y Maxi Castano. A todo esto, Morón no reaccionaba. El fondo hacía agua y en el medio la inferioridad numérica se notaba claramente.

Para colmo, una de las manijas del equipo en el sector central, Damián Toledo, no estaba bien de su rodilla derecha y se notaba cada vez que tenía que ir a la disputa de algún balón dividido. Todo eso conspiraba para que los delanteros no recibieran el juego necesario para crear peligro.

Sólo una tuvo el Gallo en la primera parte. Una escapada de Yassogna por el centro de la defensa rival y un remate que se fue apenas desviado contra el palo derecho de Peranic. Del otro lado y casi sobre el final, Torres lo perdió sólo desde el borde del área menor.

Para esa altura, Morón ya había perdido a Leonel Altobelli, que salió en camilla por un fuerte esguince en su tobillo derecho. En su reemplazo había ingresado Mariano Martínez, uno de los que estuvo a punto de ser transferido por no ser tenido en cuenta.

En la segunda mitad, Morón fue menos peor que en la primera. Con el ingreso de Gerardo Martínez (otro de los casi borrados) el conjunto de Pasini comenzó a tener un poco más la pelota y a inquietar en ofensiva. Producto de esa presión, el Gallo encontró grietas en el fondo rival y así llegó la apertura.

Un error entre Ianero y Schunke terminó en los pies de Akerman. En la medialuna, el cordobés dominó y clavó un derechazo inapelable en el ángulo izquierdo de Peranic para el 1 a 0.

Más allá del resultado, el trámite del partido nunca cambió. Almagro siguió manejando la pelota y el terreno aunque el fondo del Gallo ya estaba un poco más sólido que al comienzo. 

Y casi sobre el final llegó la tranquilidad definitiva. Otra vez una pelota suelta en la puerta del área, otra vez el oportunismo de Damián y otra vez un fierrazo imposible para el arquero.

Fue 2 a 0 y poco más se puede decir. Si se buscan explicaciones por el lado del planteo, el de Rapa fue más equilibrado que el de Pasini. Si se intenta justificar por el lado de las llegadas, Almagro tuvo más y mucho más claras. Pero esto es fútbol y al fútbol se gana con goles. Y en ese terreno Morón tiene al mejor. Se llama Akerman y esa es la única razón por la que el Gallo sumó de a tres.