No es sólo un punto

El Presidente del Deportivo Morón, luego del último partido

Foto: Osvaldo Abades (h)

Por Ezequiel Echeverría
ezequiel@la94sport.com.ar

Hace un año aproximadamente Deportivo Morón y su gente invadían San Juan y se traían el pasaporte para enfrentar a San Lorenzo. Todos los que viajaron, desde dirigentes, hinchas, periodistas ,cuerpo técnico y jugadores creyeron que el horizonte era la final de la Libertadores.

En aquella oportunidad no me tocó viajar pero algo tenía en claro: que la realidad de ese equipo la veríamos días después en Jáuregui frente a Flandria. Un Daniele sostenido demasiado en el tiempo, un plantel pobrísimo y una cosecha de puntos alarmantes sumado al rendimiento y resultado del equipo frente al  “canario” me hicieron cortar abruptamente la transmisión de “La 94 Sport” y decir…”señores dirigentes, sigan jodiendo y vamos a ser el primer equipo que va a descender estrenando estadio…”

Luego de esto, tiré el micrófono y me fui a sentar solo en la platea (ya sin público).

La victoria en San Juan le dio un inmerecido aire al cuerpo técnico que la tozudez del Presidente Diego Spina y el acompañamiento sin objeciones de Hugo Toschi dilataron hasta la insostenible derrota de local frente a Colegiales (último en la tabla).

Aquella noche, llamé a un dirigente todavía estando en el  “viejo Urbano” y le pedí que no se apresuraran en la elección del cuerpo técnico, que el equipo peor no iba a jugar y que en esa decisión iba a estar el destino de un año venidero que sería crucial.

En este caso, nuevamente Diego Spina priorizó sus instintos a su pensamiento. Volvió a subirse a ese discurso que él mismo construyó y se creyó, sobre la mística y los destinos de gloria que nos esperaban. 

La gran cena familiar, con un ídolo como técnico, jugadores consagrados que merecían revancha, y la ilusión que lo fue dominando acerca de un trampolín en su carrera política que comenzara con los éxitos deportivos en el club de la Comuna.

Ahora dicen que Spina “limpió” a Toschi y a su gente. En realidad Toschi fue limpiado desde el mismo momento en que Grana llegó de Paraguay. Mario Grana junto con Diego Spina, Pablo Sauro y Cristian Lettieri armaron este plantel, eligieron y aceptaron todos y cada uno de los nombres que conforman esta historia. Quizás Mariano Messera fue el único en duda por el Presidente, pero la personalidad de Grana y sus arrestos de soberbia en decisiones que ni siquiera permitía discutir, apabulló a estos tres jóvenes dirigentes que optaron por reposar en manos de alguien a quien admiraban como jugador e hincha. Así Messera (a quien estamos esperando el momento de pedirle perdón), Juárez (lento, fuera de tiempo hace más de un torneo), Villavicencio (lo trajeron por los libros de historia), Cabrera (que rogó por quedarse sino tenía que buscar otro destino laboral y convenció al Presidente), David López (¿?), Leandro Rodríguez (que el destino, para no ser tan cruel con nosotros, le abrió otro horizonte futbolero que se le cerró rápido), Ezequiel Cérica (después de aquí replanteará su vida), Mariano Martínez y Akerman (ambos con más de treinta y pico), Granero, Esteban González (nos bailó un partido y desesperamos por traerlo), todos ocuparon espacios en el plantel y presupuesto que nos pone de frente a una realidad de un equipo que “ni el peor enemigo lo podía armar…”.

Con eso se encontró Pasini. Y para que vean lo mal que se hicieron las cosas, piensen un poco cuáles son las alternativas para un jugador suspendido o lesionado. Imagínense una defensa sin Otermín y Mayola. Una delantera sin Akerman y Martínez. A quiénes se pone… bueno, de eso se trata cuando hablamos de un plantel carísimo y sin recambios. 

Y para colmo, este gran agujero negro del fracaso nos está devorando  a todos y nos quieren hacer creer que el resurgimiento de la masa societaria del club debe ponerse en la balanza para equilibrar las pérdidas. Pues bien, entonces les propongo un juego. Pongamos de un lado cuántos socios y cuánto dinero están relacionados con el fútbol profesional y del otro todas las actividades y socios vinculados a ellas. Entonces no deben disfrazar la realidad con elementos que no tienen nada que ver. Deportivo Morón son dos clubes. Y si el 80% de la vida económica y deportiva del club pasa por todo lo relacionado al fútbol profesional y ese 80% es un fracaso...el 80% de la gestión también lo es. Caso contrario, los desafío a cerrar el fútbol profesional y ver qué nos queda del club. Es más, sigamos imaginando un Deportivo Morón sin fútbol profesional: hasta los "barras" se irían y no pisarían nunca más las instalaciones. 

Pero volvamos a la realidad. Dejemos de pensar que ésto lo manejamos con el corazón y con las buenas intenciones. Quizás una sociedad de fomento pueda sostenerse con la rifa de una tele o un campeonato de Truco. Señores: ESTO ES UNA EMPRESA. La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) tiene registrados 67 (sesenta y siete) empleados del CLUB DEPORTIVO MORON. Entonces empecemos a pensar como tal y no creernos que algún presidente surgido de un para avalanchas o un grupo de muchachos desbordantes de ganas pueden llevar a buen puerto este barco. 

Si Deportivo Morón va a ser un "ente" del estado, entonces su vida será eterna como Aerolíneas (por ejemplo) donde cada vez pierde más plata pero hay una decisión política de mantenerla y los recursos salen de otro lado. Si Deportivo Morón tiene que "caminar solito", entonces pensemos bien quiénes y cómo nos van a gobernar, porque la mejor empresa en manos de un director equivocado puede quebrar.

A los socios del Deportivo Morón les propongo algo: escriban la lista de la futura comisión directiva en un papel, léanla detenidamente, traten de ubicar en sus mentes de dónde vienen y quiénes son todos y cada uno de sus integrantes. Busquen antecedentes, emprendimientos, empresas, logros...Si quieren tachen aquellos que hoy por hoy viven de su trabajo para el estado (que por suerte nos garantiza una red de contención), fíjense qué nos queda. Sin nombres ni prejuicios. Y sabiendo que todos van a querer lo mejor,  ésto no alcanza, sino sólo con intenciones podríamos jugar nosotros los partidos.

Muchos están rompiéndose la cabeza para saber cómo se consigue el punto que nos falta. Nada, coraje, es enfrentar la vida y bajar desde la Presidencia el mensaje de que se puede y que de no ser, hasta el destino nos tiene a la espera una fecha más. Lo bueno es que Pasini ya pasó por muchas de éstas o sea que no es nuevo para él. Flandria sólo es más si le tememos. O sea que Flandria será lo que permitamos ser. Y Morón será lo que decida ser.